Un caluroso domingo de primavera, bien
temprano, Almagro tenía que visitar a Acassuso en cancha de Estudiantes. Ese
partido terminó 1 a 1 con gol de Martín Ávalos. El equipo dirigido por aquel
momento por Javier Alonso, se quedó en el final y el que hacía de local, pudo
empatarlo.
El rendimiento del equipo era irregular y alternaba más malas
que buenas.
Pero ese partido, en muchos casos, pasó
desapercibido con el tiempo. Todos recuerdan el último enfrentamiento, claro,
fue con el que el equipo que dirigía un tal Carlos Mayor pudo empezar a soñar a
lo grande. A lo Almagro.
El viernes 12 de abril, tricolores y
quemeros se vieron las caras en Ingenieros. Almagro venía de empatar ante
Tristán Suárez y si bien el equipo jugaba bien, los resultados morían en empates
que le generaba a Almagro un cierto sabor a derrota.
El partido ante Acassuso se jugó una
fecha antes. Unos días más tarde, el Tricolor tuvo que jugar el partido de la
fecha anterior ante Morón.
Ese día Almagro ganó un partido épico y
comenzó a moldear lo que finalmente esculpió.
Adrián Iglesias, Franco Quiroz y el Chipi
Vera le dieron los tres gritos en la soleada tarde en Ingenieros. Más tarde
Almagro le ganó a Morón (4 a 1), a Los Andes (3-1), San Telmo (2 a 0),
Estudiantes (1-0) y Dálmine (2 a 0).
Seis partidos jugados, seis ganados. Dieciocho
sobre dieciocho. Fue un tremendo cierre para los de Ingenieros que se permitieron
liberar sus mentes y soñar con lo más eterno.
Paradójicamente, Almagro en la actual
temporada hace seis partidos que no puede ganar. Viene de tres empates y tres
derrotas, lejos de aquel nivel conseguido el certamen anterior.
¿Será Acassuso el rival designado para
que Almagro levante?
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